martes, 27 de abril de 2010

Bendito Hiyab parte II

Esta mañana bromeaba con un amigo que dentro de poco en el Telediario nos van a contar hasta lo que ha desayunado Najwa (la chica del hiyab en el instituto madrileño). Es de esas noticias que son tan mediáticas que se manosean en cada edición de noticiero hasta que pasan al programa de Ana Rosa Quintana.

El caso es que a media mañana no he podido resistirme, todos tenemos un punto morboso, y me he metido en prensa a ver qué decía del tema. Y miren ustedes qué cosa más interesante. Resulta que al final la familia decide cambiarla de centro (frente a lo que algunos medios afirmaban) y el centro alternativo en sesión de urgencia cambia su reglamento menos de 24 horas antes para que tampoco pueda asistir con el cabello cubierto. Hay que ver qué intolerantes son estos musulmanes, qué falta de adaptación que tienen.

Pero lo mejor, lo francamente bueno para los progres que reclaman un estado laico sin saber lo que eso significa realmente es el nombre del centro que le prohibe la entrada con el hiyab. I.E.S San Juan de la Cruz, repito SAN-JUAN-DE-LA-CRUZ.

Que no solo demuestra la alta laicidad del centro si no la ignorancia de algunos docentes. Prohiben hoy con un símbolo musulman la entrada de Najwa a un centro que tiene el nombre de un gran autor espiritual cristiano que conecta su obra con los místicos sufíes del Al andalus español. Va a ser que el respeto a la diversidad nos lo van a tener que enseñar los abuelos o los libros, porque lo que son algunos docentes...

Y creanme, me duele pensarlo, pero más aún escribirlo.

martes, 20 de abril de 2010

Bendito hiyab


Bendito hiyab que está dando de comer a tanta gente. Gente por lo demás cultivada y conocedora del talante progresista que debe regir la sociedad occidental.
Hoy el tema está en Madrid, en un centro escolar donde casualmente habían prohibido cubrirse la cabeza con cualquier objeto, sea gorra, pañuelo o montera. Norma que sin duda han introducido sus profesores ingenuamente sin pensar que estaban metiéndose en uno de los debates más famosos de los últimos diez años en el ámbito educativo. Ahora se quejan de que la polémica rodea a su centro. Obviamente no pensaron que esto pudiera pasar cuando decidieron introducir la norma. Obviamente.

El caso es que lo más preocupante no es la miopía de un centro escolar que se excusa en poner normas estéticas (con lo carca que era eso del uniforme) para sus alumnos. Impedir que vayan con gorras o pasamontañas a clase es el objetivo en teoría. Lo más preocupante es la posición mayoritaria de los representantes políticos de la Comunidad de Madrid recogida en prensa.
Resulta que en vez de enseñar en las escuelas a convivir con las distintas opciones políticas, religiosas, ideológicas, identitarias en suma. Debemos convertir las escuelas en espacios donde los alumnos dejen su identidad en la puerta para convertirse en seres neutros.
Ya ni siquiera el magnífico corto "Hiyab" de Xavi Sala va a tener sentido. Dos décadas de modernización pedágogica en España con la supuesta base de que cada alumno y alumna se desarrolle según sus capacidades con una identidad propia y libre y ahora de un plumazo nos lo ventilamos porque nos resulta conflictivo un elemento identitario musulmán.

Tan identitario que algunas compañeras de la alumna han decidido acudir a clase con el hiyab, contra su costumbre, para mostrar solidaridad. Ojo, este tema no debe pasar desapercibido. Porque en el fondo tanto la reacción oportunista de distintos líderes políticos haciéndose los progres con un tema del que son analfabetos funcionales (porque pueden articular discursos pero sin entender de qué están hablando) como la de las compañeras, nos pone sobre aviso de lo que está en el fondo del tema.

Unos piensan que renegando del uso público del hiyab quedan bien ante un electorado que mayoritariamente recela de todo lo que huela a musulmán. Otras viven en ese ambiente y deciden remarcar su islamicidad cuando sienten que se agrede a quien hace ostentación pública de ella. Seguimos atizando de forma ignorante el fuego del conflicto entre sociedades. Pensando las instituciones y quienes las dirigen que con medidas tajantes van a reeducar a las hijas del moro y convertirlas en españolas de pro. A mí me resulta tan patético como los antiguos debates entre europeos sobre si bajo la piel las personas negras tenían su verdadero color blanco.


Atención, pregunta para los progres bien pensantes:
Aceptando, que no lo acepto, que el hiyab muestra la sumisión de la mujer al hombre en oriente. ¿Por qué no prohibimos que las chicas vayan maquilladas a clase? ¿No es en el fondo el maquillaje femenino la forma occidental de exigir a las mujeres que se cuiden para gustar más a los hombres?
Si la preocupación de fondo fuese la igualdad de género, el debate empezaría por el 99% de alumnas que viven en nuestra cultura aún masculino dominante y no por un pañuelo. Por ejemplo eliminando la publicidad sexista omnipresente.


En realidad me temo que el fondo es que el pañuelo identifica a la alumna con el Islam y eso molesta a quien habla de respeto y democracia pensando que son armas y no valores. Ya hemos conocido los fundamentalismos religiosos, después los políticos fascistas y soviéticos. Ahora le toca el turno a las democracias liberales. Después de todo ya hemos hecho la Guerra Santa por la Democracia en Irak...


... uy, si algunos que opinan hoy también lo hicieron hace siete años y de qué manera.